Hernán Casciari

Hay 0 cuentos sobre las tetas

8 Mar

No me gustan las escenas de amor en público por algo que le pasó a un amigo de la escuela a los doce o trece años. Se llamaba Gastón Cupi y me encantaba que me invitara a tomar la leche a su casa: era siempre una aventura. En mi casa todo era normal; Chichita y Roberto eran bastante adultos, o habían madurado pronto, y yo no les podía hablar de cualquier tema, ni mucho menos hacerles cierta clase de chistes. En cambio los padres de Gastón Cupi todavía no habían madurado tanto, eran viejos de treinta y pico pero parecían más jóvenes.

No me gustan las escenas de amor en público por algo que le pasó a...
El mejor infarto de mi vida

24 Abr

Era un loft hermoso, amplio, casi sin muebles. Lo más caro que le compré fue un sommier de plaza y media, con resortes bicónicos, porque en 1998 lo único que me importaba era dormir. Se lo alquilaba a un alemán viudo que vivía en el primer piso con su hija. Hans era un pelado de ojos tristes que recibía el Deutsche Post. Sandra tenía mi edad, unos veintisiete. Cuando Hans me alquiló la casa y me explicó los detalles, no me avisó que su hija tenía problemas.

Era un loft hermoso, amplio, casi sin muebles. Lo más caro que le compré fue...
El mejor infarto de mi vida

13 Jun

Resulta que no hace mucho publiqué en este blog una historia de amor, Tetas, que me ocurrió a los ocho años. Los personajes que aparecían en el cuento eran compañeros de tercer grado que no vi nunca más, porque al año siguiente me cambiaron de curso. Como en la historia usé nombres y apellidos reales, uno de aquellos compañeros, Juan José Bugarín, me escribió un correo electrónico tan pronto se vio mencionado.

Resulta que no hace mucho publiqué en este blog una historia de amor, Tetas, que...
Renuncio

18 Feb

Tengo infinidad de recuerdos infantiles alrededor del tema. Elijo uno al azar. Una vez, en un recreo, alguien notó que yo tenía tetas. Y otro, que estaba en el mismo grupo, dijo: «Tenés suerte, Gordo, podés tocar una teta cuando quieras». Me lo dijo de verdad, no era un chiste. Esa mañana yo tenía siete años y estaba enamorado de Paola Soto. A la noche me miré al espejo y me pregunté cómo era posible tener más tetas que el amor de mi vida. No me pareció bueno experimentar el romanticismo en desventaja.

Tengo infinidad de recuerdos infantiles alrededor del tema. Elijo uno al azar. Una vez, en...
Renuncio

5 Feb

Una familia ecuatoriana, marroquí, boliviana, rumana o peruana, cuando descubre que lo ha perdido todo, compra un pasaje de oferta y viaja a España para seguir siendo pobre en otro país. Una familia argentina, en cambio, antes de sucumbir económicamente, antes de caer en lo más bajo y hediondo de la indigencia, hace un último esfuerzo y pone un quiosco en su propio barrio. Lo último que hace un argentino antes de bajar los brazos no es buscar nuevos horizontes, sino endeudarse con un proveedor de golosinas.

Una familia ecuatoriana, marroquí, boliviana, rumana o peruana, cuando descubre que lo ha perdido todo,...
España, decí Alpiste

5 Sep

Lo único que espero del progreso es que se invente de una vez por todas la grabadora de sueños (SDR se va a llamar, que significa Sleep Dreams Recorder). Desde los 15 años que estoy ansioso con ese tema, y todavía no pasa nada. Los jueves es el único día que compro el diario, porque viene el suplemento tecnológico, y paso las páginas rapidito, para ver si ya la inventaron. Nada. Mucha PC portátil, mucho Google Map, mucho pirimpimpín, pero de la grabadora de sueños, ni noticias.
Lo único que espero del progreso es que se invente de una vez por todas...
El nuevo paraíso de los tontos

19 May

Miró a las tres mujeres que esperaban que cortase el semáforo. Dos morochas, una rubia. Agachó la cabeza, tomó carrera, cerró los ojos y se tiró contra la rubia. Se cayeron al suelo, rodaron unos metros hasta el final de la vereda. La pierna de la rubia quedó en la calle, el taco del zapato casi tocando el charco de agua.
Miró a las tres mujeres que esperaban que cortase el semáforo. Dos morochas, una rubia....
Charlas con mi hemisferio derecho

26 Jul

En media hora me tengo que ir vacaciones. Voy a estar un mes panza arriba en el Mediterráneo. Voy a vivir en una casa rodante. Voy a comer pescados sacados del agua por mí. Pescados que conocí vivos, que vi sufrir y que maté yo. Voy a andar en patas. Voy a mirar alemanas en tetas. Voy a jugar al scrabel a la intemperie. «Me alegro, Casciari, ¿estás contento?». No, estoy enojado.
En media hora me tengo que ir vacaciones. Voy a estar un mes panza arriba...
Charlas con mi hemisferio derecho