Hernán Casciari

Hay 0 cuento sobre prepotente

5 Dic

Salgo muy poco, pero cuando no queda más remedio me pone muy triste ver los autos en la calle, estacionados. No puedo reconocer a ninguno, no sé de qué marca son, ni de qué país. Antes los autos eran todos distintos, como los humanos. Cuando yo era chico los autos tenían personalidad. Había autos fornidos, prepotentes; los había tímidos y perezosos. Ahora son todos igualitos: redondeados arriba, medio aerodinámicos, y de colores tristes. Antes no.

Salgo muy poco, pero cuando no queda más remedio me pone muy triste ver los...
El mejor infarto de mi vida